Después del aviso de vigilar, que nos dejó el domingo pasado, este segundo domingo de Adviento nos invita a dar un paso más: estar atentos al Señor que llega para preparar sus caminos. Preparar nuestro corazón para recibirle es convertir nuestra vida, cambiar aquello que interrumpe el camino y hace difícil nuestro encuentro con el Dios que viene a nosotros.
La llamada nos llega de Juan Bautista, un personaje central en el Adviento. Personaje de tiempos de Jesús que, una vez descubierto en toda su profundidad, es tan actual en nuestros días.
Entre las muchas llamadas que en estos días nos llegan para preparar la Navidad ¿Cómo nos estamos preparando nosotros? ¿A quién estamos escuchando? Miremos con atención a la persona que nos lo “grita” en el evangelio y, a lo mejor se nos abren otras perspectivas, otros modos… Lo importante es distinguir su voz entre tantas voces, su mensaje entre tantos mensajes publicitarios, bien orquestados… De ello depende el que esta Navidad podamos encontrarnos o no con Aquel que viene a vivir entre nosotros, a ser de nuestra familia.
martes, 29 de noviembre de 2016
jueves, 24 de noviembre de 2016
Evangelio 27 de noviembre de 2016. Primer domingo de ADVIENTO
Hoy iniciamos este camino que se nos propone con
el tiempo de Adviento, tiempo de preparación para la venida del Señor, la
venida continua, la seguridad de nuestro encuentro con El cada día que
celebramos de forma especial en la Navidad y la venida, el encuentro definitivo
que cada uno esperamos con Él el día de nuestra muerte.
Este
domingo primero nos trae un mensaje: “Vigilad,
velad, estad preparados…” es un mensaje esperanzador y a la vez comprometido.
Nos exige estar atentos y activos, mirar
lo que sucede a nuestro alrededor, discernir esos signos de los tiempos y no
dormirnos, no engañarnos, no dejar que pase la oportunidad y nos quedemos fuera
del encuentro definitivo…
Empecemos
con ánimo el Adviento y ayudemos a los que nos rodean a vivirlo así. Para más recursos pincha en la imagen.
jueves, 17 de noviembre de 2016
Evangelio 20 de noviembre de 2016
Terminamos este domingo el año litúrgico, con la fiesta de Jesús Rey del Universo. Es una forma simbólica de reconocer la centralidad e importancia de la persona de Jesús, en nuestras vidas y en la historia, en la Iglesia y en todo el universo.
El evangelio de este domingo, con el que cerramos también el “Año de la misericordia”, nos muestra a Jesús, Rey del Universo, crucificado, humillado, insultado y despreciado. En él no vemos los rasgos de poder que solemos unir con palabras como rey, gobernador, presidente…
A la vez, este evangelio nos invita a descubrir en Jesús el rostro misericordioso de Dios. Jesús crucificado acoge, perdona, comprende, y asegura la salvación y la vida plena al condenado a muerte junto a él.
El perdón, ese signo de misericordia, que nos da la posibilidad de empezar de nuevo, aunque nos parezca que ya estamos al final, que para nosotros no hay salida. Hoy se nos llama a levantar nuestras manos y nuestro corazón al Dios que ya está inclinado para rescatarnos de nuestras condenas y situaciones sin salidas, y darnos su salvación. ¿Nos animamos a hacerlo?
lunes, 7 de noviembre de 2016
Evangelio 13 de noviembre de 2016
Este domingo se nos anuncian muchas cosas que pueden ocurrir en nuestros días, como sucedieron en los tiempos de Jesús y se nos dan claves para "interpretarlas" para ver en ellas signos de la presencia cercana de nuestro Dios. Para más recursos interesantes pincha en la imagen
jueves, 3 de noviembre de 2016
Evangelio 6 de noviembre de 2016
Cuando aún tenemos muy reciente la fiesta de todos los Santos y la conmemoración de los difuntos, el evangelio de este domingo nos habla de vida y de muerte. De vida plena y para siempre después de esta vida. Nuestro Dios es un Dios de vida, es el Dios de los que están vivos, aunque hayan muerto. ¿Cómo creemos y vivimos esto en nuestro día a día?
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