martes, 29 de noviembre de 2016

Evangelio 4 de diciembre de 2016. Segundo domingo de ADVIENTO

Después del aviso de vigilar, que nos dejó el domingo pasado, este segundo domingo de Adviento nos invita a dar un paso más: estar atentos al Señor que llega para preparar sus caminos. Preparar nuestro corazón para recibirle es convertir nuestra vida, cambiar aquello que interrumpe el camino y hace difícil nuestro encuentro con el Dios que viene a nosotros.

La llamada nos llega de Juan Bautista, un personaje central en el Adviento. Personaje de tiempos de Jesús que, una vez descubierto en toda su profundidad, es tan actual en nuestros días.

Entre las muchas llamadas que en estos días nos llegan para preparar la Navidad ¿Cómo nos estamos preparando nosotros? ¿A quién estamos escuchando? Miremos con atención a la persona que nos lo “grita” en el evangelio y, a lo mejor se nos abren otras perspectivas, otros modos… Lo importante es distinguir su voz entre tantas voces, su mensaje entre tantos mensajes publicitarios, bien orquestados… De ello depende el que esta Navidad podamos encontrarnos o no con Aquel que viene a vivir entre nosotros, a ser de nuestra familia.

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